He aprendido a reconocer y gestionar mejor mis emociones. Estoy atenta, tras un conflicto, momento de estrés o un accidente, por pequeño o grande que sea, al pensamiento anterior. Colocándome en el lugar de Observador y concretizando desde qué lugar lo estoy percibiendo y cómo me estoy proyectando.
Ha cambiado todo: mis relaciones interpersonales y mi vida laboral.
Con el Postgrado he aprendido que existe otra forma de percibir, de interpretar y de vivir en este mundo.
En la docencia he ganado seguridad y confianza en lo que doy y en cómo lo doy. Me conecto conmigo y eso hace que fluya y conecte con el otro sorprendiéndome de los resultados en clase. Además la práctica del método en los Acompañamientos me está permitiendo cada vez más a desarrollar e integrar una nueva forma de percibir en mi vida como artista.
Lo recomiendo como el método que nos permite investigar en nosotros mismos, para tomar conciencia de la Unidad que somos a través de las herramientas que nos permitirán conectar nuestro cuerpo, mente y espíritu, responsabilizándonos por nosotros mismos para crecer y ser un adulto emocional.