Preguntarme qué es lo que no me gusta de una situación y qué me gustaría cambiar de la otra persona para tomar conciencia de que soy yo la que tiene que cambiar, no el otro.
Sobre todo mi manera de relacionarme con los demás.
He aprendido que hay que saber cuándo una persona no quiere cambiar, y a aceptarlo también. También en lo que es respetarse a uno mismo y hacer lo que verdaderamente quieras en cada momento.
Se lo explicaría como una forma de ver la vida en la que tú eres importante en lo que te sucede.