Pues lo que he practicado a diario es ver si algo me molesta o me incomoda y qué tiene que ver conmigo. Me pregunto qué es lo que realmente me incomoda, luego busco cuando me había sentido así antes y si me es posible trato de buscar en mi niñez, busco las resonancias e identifico intención positiva.
Me abro más a cada situación, estoy en proceso de transformar mis relaciones, con mis padres, con mi parejas, con mi hijo, con mis compañeros… con todos los que me rodean. Actúo desde la gratitud y veo que todo se va abriendo en mi vida, con menos carga a mis espaldas. Me doy la oportunidad de comprender el para qué de lo que me sucede.
Un regalo total. Aprendí a conocerme, a ver en cada cosa una oportunidad para sanar las heridas de todos los que están antes de mí y los que vienen. Aprendí que nadie es culpable de nada, que vinimos a cambiar, que todo lo que pasa tiene un para qué. A vivir sin juzgamientos, en el presente, en el aquí y el ahora.. no digo que lo haga al 100% pero ahora veo la vida más tranquila, sé que cada persona que está a mi lado y cada situación tiene que ver conmigo, que resonamos.
Aunque mi trabajo es dirigido a la parte de la ingeniería, lo aplico en todo lo que hago, no me enfrasco en saber quién tiene la razón o no en una reunión, si no que reviso qué tiene que ver conmigo, cómo se esta proyectando esa familia simbólica. Pude ver a mi jefe de otra manera, ya que con el tuve ciertos inconvenientes y vi que se estaba proyectando a mi padre.
Es un método que te sirve para identificar qué información llevas de tus padres, de tus abuelos, del clan, que te hace vivir las situaciones de tu vida (“problemas de convivencia o salud”) a través del cambio de tu percepción (comprensión). Es un método más rico para vivir.