Ahora estoy atento a los cambios en mi estado emocional y que se reflejan en mi corporalidad. Aplico la autoindagación desde un primer orden de realidad de los hechos. Acepto todo como un aprendizaje, intento no juzgar, no culpar y no posicionarme.
Al comprender el para qué sé las cosas, vivo más tranquilo y paz interior.
He aprendido observar y gestionar mi día a día.
Observo mi proyección en el trabajo para hacer la autoindagación.
Pues yo un día me pregunté ¿cómo es que tengo la vida que tengo, cómo es que nací aquí y no allí, cómo que tengo esta pareja y no otra, este trabajo y no otro, este cuerpo y no otro, quién ha decidido todo esto, cuándo y cómo, puedo transformar todo esto? Conocí la Bioneuroemoción y empecé a darme respuestas. Si te has hecho también este tipo de preguntas, quizá quieras investigar en Bioneuroemoción.